Amaneció aquel día , recogí las sabanas en donde estuviste la ultima vez que derramaste toda tu ternura, allí quedaron las lagrimas de mi agobio y del mañana a solas que es este hoy sin nosotros.
Quedó también tu perfume detrás de todos tus aromas, impregnando los hilos de recuerdos…Allí dejaste tu cuerpo entre sudores y saliva de besos, territorio tuyo donde me amaste y donde quiero estar .
Ha vuelto a pasar el sol por mi ventana una vez más , y ahora me dialoga sobre la esperanza, mientras , yo pongo a secar afuera la ropa de entre semana … y a mi amor le dejé entre las sabanas …
Lindo y triste a la vez .
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