miércoles, 25 de septiembre de 2013

La historia que no olvidaré jamás

¿Recuerdan la entrada "¿Quién dijo que de amor ya no se muere?" Creo que merece la pena contar la historia en este humilde diario. No quiero que caiga en el olvido el recuerdo de dos personas que aunque parezca increíble, se amaron hasta morir...


La historia la relato tal y como a mí me la han contado. Es una historia real, todavía conservo los correos de ella... Y de no haber ocurrido sus muertes, los hubiera podido abrazar diez días más tarde...


Tel Aviv, Israel, 1992.

La joven le causó lástima, pena y se sintió obligado a dirigirse a ella por alguna extraña razón. Su entonces pésimo hebreo no ayudaría para nada, probó directamente en inglés y ¡¡¡Sí!!! Ella hablaba inglés.

- ¿Qué haces aquí? - le preguntó con cierta indiferencia mientras continuaba comiendo aquella torta de pan ácimo que tanto le gustaba, cargada de pasas de Corinto y queso de cabra - ¿Puedo ayudarte? - le insistió a la chica. La joven era guapa, aunque estaba demacrada. Muy demacrada, pero era bonita. Menuda y bonita.

- Tengo hambre - dijo en aquel inglés gracioso que le hacía arrastrar las consonantes finales al hablar - ¿Me das un poco de pan?

- ¡No! - respondió el joven y levantándola por las axilas le dijo: - Te voy a comprar una para ti sola.

Sentados en un taburete de madera, algo astillado en Mahane Yehuda, la chica tragaba, más que masticaba. Él insistió en que bebiera algo de zumo de pomelo y comiera de forma más calmada, ella le hizo caso.

Al finalizar se fueron a Neve Tzedek, el barrio más hermoso y bohemio de Tel Aviv para comprarle algo de ropa, gel, champú, algunos abalorios baratos pero bonitos y ropa interior, la llevó con él a su modesto hotel.

Le costó dos billetes de cincuenta shequel, cien shequelim era una burrada para su presupuesto, pero el recepcionista les dejó pasar. Subiendo hasta el primer piso, ella iba delante y él no dejaba de mirarle aquel culete respingón, pero le dio vergüenza y acabó desviando sus ojos al suelo.

La habitación era pequeña, con una cama de matrimonio, dos mesitas, dos sillones muy incómodos, esa de estudio cargada de libros y apuntes y una silla algo desastrada. El joven la invitó a que se duchara y él se puso a repasar sus apuntes, tenía que aprobar y solo le quedaba una semana por delante.

La chica salió al cabo de una hora larga, envuelta en una toalla, apenas la miró y le rogó que se fuera a descansar, ella lo necesitaba. Ella dejó caer la toalla al suelo y le dijo, casi implorándole:

- Después de todo lo que has hecho... ¿Quieres...? Es una forma de agradecerlo, no tengo otra cosa.


El joven se incorporó y admiró el desnudo y amoratado cuerpo de la chica, los golpes habían sido crueles con ella y el hijo de la gran puta que le pegó solo merecía que descargara los trece tiros de su pistola en semejante cabrón. Abrazó a la joven y la besó en la frente, la vistió con su propio pijama y volvió a rogarle que se acostara, él debía estudiar.

Por la mañana ella despertó primero y lo vio roncando en uno de los sillones, con los pies estirados encima de la mesita de noche, lo abrazó y le besó en la frene, él se despertó con una sonrisa en los labios y los ojos agarrotados por el sueño.

- ¿Tan fea me has visto que no has querido...? Ya sabes...

- No. Estoy salido como un balcón, pero no he visto a una mujer desnuda, sino a una persona adorable y quiero que seamos amigos.

- Eres muy raro ¿Eres marica?

- No, pero tampoco soy un cabrón.

- ¿Te doy lástima?

- No. Me causas admiración, eres una mujer valiente.

La mirada bastó para fundirse en un abrazo, ambos sabían que aquel momento duraría para siempre y lo que empezó como una casualidad, con un tropezón en la calle, resultó convertirse en una amistad con una de las mujeres más maravillosas de La Tierra.

- ¿De dónde eres?

- De España, soy un sefardí.

- ¿Como te llamas?

- Carlos ¿Y tú?

- Miriam.

Carlos y Miriam intimaron y él se marcó el objetivo de encontrarle un trabajo en el instituto de asesoría militar y de seguridad en el que estudiaba, consiguiéndolo con bastante esfuerzo. Por esa época, su amigo Avri era una especie de becario aventajado y a él le pidió que cuidara de Miriam. Dejó el alquiler pagado por unos meses y tuvo que regresar a España. Pero ella apenas le hablaba, estaba dolida por su marcha.

Miriam creyó estar enamorada de Carlos y Avri era su paño de lágrimas, su confidente y su sparring. Avri aguantó todos los golpes que debía llevarse su amigo... enamorándose de ella desde el primer momento, en silencio y con total discreción.

Las idas y venidas de Carlos eran etapas de discusión, ella insistía en llegar
más lejos y él se reiteraba en su negativa. Comían los tres juntos cada día y cenaban solos ellos dos, ella intentaba acompañarlo a su hotel o llevarlo a su piso, pero Carlos se negaba en redondo. Cada despedida era una brecha nueva abierta en el corazón de la joven, que no veía la realidad.

En esos dos años largos Avri se había hecho invisible para ella, pero era quien le llevaba la taza de café a su mesa, reponía los folios en su impresora, la acompañaba a comer, a merendar, a pasear... la escuchaba, pero el corazón de la joven estaba muy lejos de Tel Aviv.

Carlos regresó de nuevo y lo enviaron a Jordania, junto con Avri, quien regresó con un fiebrazo descomunal. Carlos regresó a España ese domingo y de pronto Miriam se percató que no había café en su mesa, que la taza estaba sucia y que nadie le reponía los folios gastados. Comía sola, merendaba sola y cenaba sola. No tenía quien la escuchara a pesar de los diversos pretendientes que salían a su alrededor. Se sintió vacía, desamparada y empezó a ver las cosas con otra perspectiva. Había tratado a Avri como una mascota, como a un objeto... pero él siempre estaba allí cuando ella lo necesitaba y estaba tanto por ella, que pasó desapercibido.


Esa misma tarde lo llamó por teléfono y cuando se recuperó empezaron a salir como amigos, con más afecto, con más trato, con más delicadeza, con más afecto y cariño por parte de ella y cogiéndolo de la mano de vez en cuando. Ella empezó a recuperar su autoestima al dejar de creerse el centro de todas las ofensas y volcarse, darse a Avri. En todo ese tiempo nunca le había preguntado por él, empezó a conocerlo y a sorprenderse. Y EMPEZARON A REÍRSE JUNTOS.

Pasaron los meses y Carlos regresó, encontrando una situación diferente. Ella estaba más tranquila, más cariñosa, receptiva, generosa, sonriente... Los enviaron a otro sitio... en la despedida ella dedicó más tiempo a Avri que a Carlos y eso le gustó mucho a éste. Regresaron a los pocos días, Avri llevaba una herida de metralla en la tripa y tuvo que ser intervenido de urgencia. Nadie sabe como lo consiguió, pero ella se coló en el quirófano y no se despegaba de la cabecera de su cama salvo para ir a trabajar o cuando Carlos lograba arrancarla de la habitación para que comiera alguna cosa.

Carlos regresa a España y Avri tarda en recuperarse, pero Miriam no deja de estar a su lado y de dormir la mayoría de las noches en el hospital. Miriam también se había enamorado y era consciente de ello.

Una tarde, paseando de la mano ella estaba algo inquieta porque Avri no se atrevía a hablar y llegar más al fondo de la cuestión, Miriam quería que el tema estallara ya de una vez, pero quería que fuera él quien diera el primer paso. Se cruzaron con una hermosa joven rubia, una mujer despampanante que se abrazó a Avri, lo besó y se rieron durante unos minutos. Eso minó las reticencias de Miriam y acorralándolo contra una pared le dijo:

- Escucha "baal hayim" (animal). Te quiero y no me da la gana que mires o toques a otra mujer que no sea yo ¿Te vas a casar conmigo?

A lo que él dijo, bueno, no dijo nada. Se limitó a asentir y la besó en la frente. Por suerte la Peque era más "echá p'alante" y le dio un beso que casi lo deshidrata. Aquella rubia despampanante que había desatado la tormenta, resultó ser una prima hermana de Avri.

Se casaron civilmente a pesar de la oposición de las familias, él era judío y ella cristiana armenia, pero se casaron y Carlos fue el "padrino" de bodas. Miriam se reconcilió con su familia y empezó a intentar ganarse a sus suegros.



Después de todo tuvieron los gemelos, que ahora tienen cinco años y luego vinieron las gemelas, que ahora cuentan con algo más de año y medio.

El 24 de agosto muere Avri de un trombo en el corazón en cuestión de veinticuatro horas. El 11 de septiembre, Miriam deja esta vida voluntariamente, dejándose llevar, sin suicidio, para irse con él... a lo que ellos creen la vida eterna, para seguir juntos siempre.



22 comentarios:

  1. que pena nena magica que pena y que bonito morirse los dos asi que dolor mas grande mi nena querida

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  2. alucino.Quedan historias y hombres asi¿¿¿¿¿¿

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  3. Penelope tia, aqui estamos todos llorando.

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  4. joder joder joder puta mierda de destino malo

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  5. que tristeza por favor.¿A que viene tanto dolor?Me parece que si carlos no esta muerto no loe deve faltar mucho para morirse,son destinos unidos.

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  6. Penelope aqui hoy no hay nadie que trabje y nos hemos quedado sin clinex :´( Que penaaaaaa!!!!

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  7. El Carlos ese esta muerto o se suicida si tanto los queria. Que pena!!!!!

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    1. No está muerto , él me lo ha contado ... y no se va a suicidar . Tiene mucho por lo que vivir . Un abrazo

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  8. ainsssssssssssssssssssss Penélope entre esta nota y la de morir de amor estoy como una madalena todo el día. No sabes como me gustaría conocer a Carlos. ainssssss que no paro de llorar. Déjame que te de un apretón y otro al Carlitos, como me gustaría conocer a un hombre como él. Está vivo?

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    1. Vive , claro que vive ¡¡ ... Le queda mucho camino que recorrer todavía . Un abrazo fuerte para tí .

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  9. ainssss me das una alegría amiga.Te puedo pasar mi correo para él?

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    1. Ya le pregunto yo , no te preocupes ... (Le voy apedir comisión por hacer de Celestina ).
      Jejej ... Besos

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  10. Me gustaría conocer a Carlos.

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    1. Nada , no te preocupes , ya veremos como os lo presento ...¡ A ver si lo coloco !. Un abrazo .

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  11. nena, dile a este hombre que escriba un libro. A mi me tiene loca, no será el mismo hombre HOMBREEEEEE que el del artículo de hoy. Eso no es un hombre eso es un señor.

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    1. No se a que hombre te refieres sobre el articulo de hoy . Pero Carlos está escribiendo un libro,sereís los primeros en saberlo y leerlo .No os desvelo más , pero seguro que os encantará. Y , sí , es todo un Señor .... un caballero de los que ya no hay .
      Besos .

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  12. nena mágica que yo tuve un novio como este carlos este carlos es tu medico no pues yo tuve un novio que en una semana grande me recogio bebida de la calle y me llevo a su casa y me ducho en la pileta y me la lavo la ropa y me metio en su cama yo le decía que se acostara a mi lado y el decía que no porque era muy bueno y era un señor muy educado y me lo mataron de un tiro a las dos semanas nena mágica y casi me muero de pena casi me tiro a la via del tren del dolor de haber perdido a mi chico guapo que lo amaba mas que a mi vida y nunca se lo pude demostrar por que el era muy bueno y lo mataron de un tiro en la nuca estos cannallas que son tan malos hayyy que no se muera el carlos que ese te quiere mi vida bonita que yo te quiero nenita mia mi nenita mágica que tu aurora es muy burra muy burra pero te quiero mucho

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    1. Aurora , cielo , lo siento mucho ... imagino por lo que pasaste . Pero no te preocupes por Carlos , aparte de medico es militar . Se sabe guardar las espaldas . Y tu no eres muy burra , eres un amor . Besos .

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  13. Tú nos dijiste que la muerte
    no es el final del camino,
    que aunque morimos no somos,
    carne de un ciego destino.

    Tú nos hiciste, tuyos somos,
    nuestro destino es vivir,
    siendo felices contigo,
    sin padecer ni morir.



    Cuando la pena nos alcanza
    por el hermano perdido,
    cuando el adiós dolorido
    busca en la Fe su esperanza.

    En Tu palabra confiamos
    con la certeza que Tú
    ya le has devuelto a la vida,
    ya le has llevado a la luz.
    Ya le has devuelto a la vida,
    ya le has llevado a la luz


    Lydia, soldado.
    (Valladolid)

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    1. Lydia , es una maravilla lo que escribes ... Gracias por tu aportación . Un abrazo .

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  14. Jopé es cierto pues lo que me ha dicho un amigo. Me gusta¡¡¡

    L.
    Manresa.

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    1. Gracias L . Es muy triste , pero ... la realidad a veces nos supera . Un abrazo .

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  Pandemia. Hoy he recordado que tenía un blog ¡Vaya! Con las satisfacciones que me dio en su tiempo y he llegado a olvidarlo algunas veces....