Los campos del olvido

En la tierra de los olvidos es donde acampan las almas nobles. En los campos del silencio es donde se aposentan los lacerados por el dolor, las víctimas del desamor, los desamparados por el odio y los corazones de aquellos que lo dieron todo a cambio de nada.

En la tierra de los olvidos regresamos a nuestros orígenes y exploramos con el arado de la memoria los surcos de nuestras vidas. 

En la tierra de los olvidos nos refugiamos los que quisimos y amamos porque los que nunca nos quisieron permanecen en las calles de sus continuas falsedades.

En la tierra de los olvidos hemos refugiado lo que salvamos del naufragio y aún aferrados a una débil tabla de salvación nadamos entre la tierra impenetrable con la esperanza de llegar a la orilla de nuestros anhelos.

En la tierra de los olvidos aprendemos de nuestros errores aún sabiendo que acabaremos recayendo en ellos.

En la tierra de los olvidos estamos los que buscamos algo más que risas, cuerpos y fachadas. Los desheredados de la tierra de los olvidos queremos la risa asociada al corazón, los cuerpos unidos al amor y las fachadas soldadas a nuestros interiores.

En la tierra de los olvidos... ya no vale negarse a uno mismo, en la tierra de los olvidos está nuestro inicio. En la tierra de los olvidos... ya es hora de que nos levantemos y reivindiquemos a nosotros mismos.

En la tierra de los olvidos... no debemos ni merecemos estar, y si queremos, volveremos a las calles que nosotros queramos pisar.

En la tierra de los olvidos solo nos visitan los que nos quieren, porque los que tan solo nos pretenden... desean estar en la calle del bullicio, en la frialdad de la fachada y en el cuerpo sin amor. Ellos nunca irán a buscarnos.

Yo no quiero estar en esa tierra , no quiero ser la eterna olvidada , pero no cambio mis campos por las calles asfaltadas ni edificios de bonitas fachadas que tan sólo sirven de admiración para la gente que no conoce el alma de quien los construyó...