La llave

No sabía lo importante que puede llegar a ser una simple llave, una llave puede cerrar o abrir, con ella puedes entrar o salir , la cuestión es , si cierras o abres por dentro o por fuera…

Una llave...una llave para la puerta del paraíso o del infierno, una llave para el corazón o para la razón, la llave de la traición o la de la amistad. Siempre hay una llave para abrir algo o para cerrarlo.

Estoy muy unida a una llave en concreto, una llave que me ha llevado a un lugar fantástico, pero al mismo tiempo me dejó en la calle de la soledad más absoluta.

Una llave suelta, sin llavero que la sujete, la llave del acercamiento y de la distancia, la llave de mi vida.

Quizá sea esto una carta sin destino ni destinatario, quizá me escriba a mi misma para leerme y poder comprenderme. 

Porque mi mente no hace lo que el corazón dice, ni el corazón obedece a la mente inteligente ¿No hay una llave que cierre el corazón y abra la mente al mismo tiempo?

Por mucho que lo intento, no olvido, quizá no quiero, quizá no puedo. Sé que el tiempo cura cicatrices, dicen que es la mejor medicina, pero estoy empezando a creer que soy inmune al tiempo y a mí no me cura nada…

Quiero la llave del baúl de los recuerdos, donde encerrarlos todos y tirar la llave al mar,la llave del botiquín de curas para curar el alma y la llave del tiempo para adelantar la visita. 

Quiero ser la llave del agua para refrescar su piel. Ser la llave de la luz para iluminarle el camino y las llaves de una casa para ser su refugio…

Quiero una llave maestra, la llave que todo lo abre y todo lo cierra ¡yo quiero tener esa llave!

Quiero tener la llave de la ilusión, de la alegría, del corazón, de la poesía. La llave que abra sus ojos y pueda ver lo que dejó encerrada un día cualquiera, en el desván de esperanza.

Me siento como un puñado de llaves perdidas en algún rincón de la casa …