Aquí, donde los murmullos se visten de quejidos y los silencios se transforman en llanto. Aquí, donde los abrazos se convierten en consuelo y en donde la realidad se tiñe de desesperanza, aprovecho el menor resquicio para huir y refugiarme en ti.
Necesito resguardarme en ti para que nadie me vea temblar.
Necesito resguardarme en ti para que nadie me vea temblar.
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