Hoy es de esos días en los que me ahogaría en un vaso de agua y sin estar lleno del todo.
No suelo ser ni pesimista, ni mujer depresiva… puedo ser “intensa”
en sentimientos o ser muy visceral .Pero de ahí a preocuparme de esta manera
por cosas que jamás me preocuparon… va un abismo y desde luego me resulta
extraño sentirme así.
El caso es que… me he despertado alegre, mi servicio
despertador ha funcionado perfectamente, me ha sorprendido,y lo primero que he hecho
hoy al levantar y mirarme al espejo ha sido sonreír.
Hacía mucho frío esta mañana, y aunque el sol brillaba, había
helado la noche anterior, me ha extrañado, ya que el fin de semana ha sido
bastante bueno. Conforme ha ido pasando el día, el cielo ha ido tomando un color
gris plomizo, un gris pesado y al mismo tiempo que el cielo entristecía, lo
hacia yo…
Me he preguntado a mi misma que era lo que me ocurría ¿que me pasaba? En realidad no tenia motivos
tangibles como para estar así… y la única respuesta que he encontrado ha sido;
-el futuro no está asegurado–
El desasosiego ha sido tal, que me he echado a llorar como
una niña, sin consuelo y con un miedo atroz a... ¡no sé qué!
Me ha entrado pánico a la inseguridad que hay en mi vida en
todos los aspectos, no he podido controlarlo.
Inseguridad afectiva, inseguro el
trabajo, inseguridad económica, inseguridad de ejercer como madre y no saber
administrar ni los afectos ni las cosas materiales a mi hija, creer que no voy
a poder ofrecerle un futuro…
¿Cómo pretendo ofrecer un futuro a mi hija si ni
yo misma lo tengo? … ahí me ha entrado la angustia.
Y así estoy, con un nudo en la garganta que no se cómo
deshacer, rogando a todo el universo que no me falte el trabajo y que mi salud no
me falle para poder hacer frente a todo lo que pueda surgir. Porque… surgir,
surgen muchas cosas que no se esperan, doy fe de ello, cuando mas tranquila estás...
¡ZAS! ocurre lo inesperado, bien sea una rotura de una tubería, o el coche
falla, o te pones enferma, o… cualquier cosa puede pasar, como también me
puede tocar la lotería. Aunque no sé porqué, es en lo último que pensamos,
tenemos tendencia a ponernos en lo peor. Y lo peor es… que nunca he sido así.
¿Qué me está pasando?
Soy optimista, no quiero dejar de serlo, aunque nos estén
dando mil razones para estar al lado de pesimismo. Pero siempre tendremos motivos para mirar a la vida cara a cara… por eso
cuando he subido al coche para ir al trabajo, me dije;
-vamos guapa, pon a Sabina y escucha lo que dice…
-vamos guapa, pon a Sabina y escucha lo que dice…
Tenemos memoria, tenemos amigos, tenemos los trenes, la risa, los bares, tenemos la duda y la fe, sumo y sigo.
Más de cien palabras, más de cien motivos para no cortarse
de un tajo las venas, más de cien
pupilas donde vernos vivos, más de cien
mentiras que valen la pena…
Y así he llegado al trabajo, escuchando esta canción para levantar el animo.
Y así he llegado al trabajo, escuchando esta canción para levantar el animo.
Así qué … aunque sean mas de cien mentiras, siempre valdrá
la pena buscar los motivos…
Ó tal vez más de cien verdades para si cortarse las venas,porque las las mentiras,yá no ayudan a seguir,pues los motivos yá sé perdieron,¡ojalá,dentro deL pesimismo,pudiera seguir mintiendome.Gracias por permitirme entrar en su blogg
ResponderEliminarNo se amargue con su propio fracaso ni se lo cargue a otro. Acéptese ahora o seguirá justificándose como un niño. Recuerde que cualquier momento es bueno para comenzar y que ninguno es tan terrible para claudicar.
ResponderEliminarUn abrazo .