Hay días y días … hoy , es de esos días que no son ni blancos ni negros. Días neutros , días incoloros , días de los que malgastas sin darte cuenta que estos días, también cuentan en el calendario.
Me siento mal por malgastar este día. ¿Motivos? , no,
ninguno en especial, solo son pequeñas gotas de agua que hacen que el vaso rebose.
Hoy, sin apenas darme cuenta se me va el día… uno menos y uno más.
Miles de preguntas me rondan por mis cabeza, pensamientos
que no quiero tener y con los cuales lucho día a días (más días gastados)…
Preguntas, aquellas que jamás me pregunté, esas de las
cuales quizá no quieres saber la respuesta, pero darías lo que fuese por saberlo.
Preguntas al viento… Si, al viento, que por que nadie te dará respuestas. La
respuesta a todo eso, la tengo yo misma y sin embargo, no quiero saberla.
Fracasos y errores cometidos que no enmiendo, ni sé como enmendarlos, frustraciones
de una vida que me regalaron y no he sabido aprovecharla. Siento que la consumo
sin más… así un día tras otro.
Estoy rodeada de gente, pero… me siento en la más absoluta
soledad. Nadie me ve, nadie me escucha, nadie me tiene en cuenta… Y es injusto
que piense así, porque en realidad, si busco entre la gente, siempre hay
alguien con una mano tendida para tirar de mi. Pero...no quiero ser el problema
de nadie , ni la pena , ni la tristeza … quiero ser la alegría de las personas
que quiero , quiero dar lo que no tengo por ver feliz a los que me rodean ,
quiero dar … y de tanto dar , ya no queda nada de mi .
Solo me quedan días como estos, incoloros neutros y vacíos…
hay un eco dentro de mi pecho y un dolor
insoportable que no cura ninguna medicina. Solo me alivia escribir para poder echar
fuera,… días como estos.
Y así, los pensamientos vienen a mí como un torrente de ideas.
Ese segundo en el que todo se paraliza, miles de cosas ocurren en todas partes,
idas y venidas a la vida, llantos, lágrimas
y sonrisas, odio y amor, desesperación y esperanza. Puedo verlo todo como protagonista,
sentir el dolor y la alegría.
Pero he de abrir los ojos, no puedo cerrarlos ni un segundo. Lamentarse de nada
sirve. Debo vivir feliz apreciando lo
que tengo, o al menos, intentarlo.
Aunque un minuto después, una lágrima resbale por mi mejilla.
Nunca sabré a qué es debida.
Me importa. A los amigos se les ama por como son, porque no se les puede querer de otra manera, ni de otra forma. En la salud y en la enfermedad, en lo bueno y en lo peor. Debe aprender que los malos momentos no son una carga para quien la quiere. Los buenos momentos, los malos y los mejorables van todos en el mismo pack y yo tuve y tengo el privilegio de haberme quedado con el equipo completo. Deme su alegría si así lo prefiere, pero le suplico que también me deje compartir sus lágrimas, llevar su melancolía y acunar su tristeza. No me da miedo el juicio divino y mucho menos el de los mortales... pero me aterra pensar que no me tenga a su lado para enjugar sus lágrimas, como me tiene para sanar mis males ¿Me permite?
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