El derecho de ser una misma

¿Qué  narices está pasando con las relaciones entre mujeres y hombres?  ¡Tengo un cabreo monumental !

¿Ahora va resultar que lo mejorcito que he conocido ha sido al interfecto?

Aunque mi modestia me impida creer que soy una mujer que suele gustar, he de reconocer que haga lo que haga, vaya donde vaya, siempre hay algún atrevido que me asalta de la manera más tonta.

Bien sea el del supermercado habitual, o el que te lava el coche, o gente que conoces a través de internet, o cuando sales de copas, o en el trabajo, o… simplemente paseando al perro.

Te halagan, entablan una conversación un poco tonta, y cuando te has dado cuenta te están intentando llevar a la cama sin preámbulo alguno.

Cuando explicas que tu no eres de rollos de una noche y que no te acuestas con cualquiera que se te cruce en el camino, te dicen que estás en el pleistoceno… Que el romanticismo ya no se lleva , ¡serán cabritos ¡ 

Pues sepan ustedes que yo lo respeto todo y me da igual lo que cada uno haga con su vida y con quien se acueste o como lo haga, pero yo no soy un “polvo” andante…

Se han perdido los valores de las relaciones, se ha perdido la ternura, el cariño, el amor, una conversación interesante, una mirada pícara, el cortejo en si mismo ya no existe.

¡Entran a saco!, creyendo que como estás sola lo que necesitas es sexo… si, así, sin más… 

Ellos van diciendo; “Ave que vuela, escopeta que monto”...¿Están locos los tíos de hoy? O, ¿Yo soy la rara?

Está claro que desde que el sexo se volvió fácil, el amor anda ausente.

Verán; yo no voy buscando marido, ya tuve dos y he tenido suficiente…pero aun a pesar de que no necesito a un hombre a mi lado para subsistir, reconozco que me gusta sentirme querida, necesito una caricia, necesito una llamada o un mensaje que me de los buenos días o me diga “te echo de menos”…. Sí, lo necesito ¿Y qué pasa por ello? No me avergüenza decirlo, como nunca me avergonzó decírselo a quien tuve a mi lado.

  

Desde luego no me voy a morir si no lo tengo. A veces es cuestión de saber suplir esas carencias con otras cosas que nos da la vida, lo suples con el cariño de unos hijos, con el cariño de la familia, con el de los amigos y amigas, lo suples con el día a día en el trabajo, donde te desarrollas como persona…

Aunque tampoco quiero engañarme, después de todo eso, llegas a casa y cuando te sientas en sofá después de un día agotador ¿Qué tienes? …Nada, ni un abrazo, ni un comentario tonto sobre la noticia del momento, ni nada… solo vacío. Y te acuestas en una cama enorme ¡sola!… sin nadie a quien abrazar ni despertar  en mitad de la noche tan solo para decirle que le quieres… 

Hay que saber rellenar los huecos que van quedando vacios con otras cosas, hay que aprender a convivir con la soledad y llevarte bien con ella.  

Como ya he dicho otras veces, estoy en un momento de transición, superando duelos, superando ausencias, superándome a mí misma.

  

¿Lo conseguiré? no lo sé. Sólo sé que estoy trabajando en ello. Por ahora no hay hombre que entre ni en mis planes , ni en mi vida, y si tengo que ser más borde de lo que soy, lo seré.

Pero a mí que no me confundan, que me llamen antigua si quieren, que me digan lo que les apetezca. Yo meto en mi cama a quien hace meritos para ello. No a cualquiera.

   

Creo que camino por un mundo equivocado… Yo no debería estar aquí .

Por eso ... Me voy de vacaciones . ¡Me las he ganado!