domingo, 18 de agosto de 2013

La casualidad

Intentar  salir tres días de vacaciones con amigas es toda una odisea… 

Primero hay que coincidir para quedar y ver dónde vamos, después decidir  sitio, además de ajustar presupuesto porque todas estamos en “economía de guerra”.

Comenzamos mirando el mapa,… sí, ¡ya sé ¡ las mujeres no sabemos leer mapas . Pero los intuimos ,¡ qué ya es bastante!.
Consultamos el tiempo a cuatro días vista. El norte descartado, ¡menos mal!… Hace frio y llueve. Queremos playa –vamos bien-  ¿pero qué playa? 

Ahí comienza mi suplicio en silencio. Por precio descartamos las de moda, por lejos desechamos las que están, eso mismo...lejos. Por cercanía -¿para qué vamos a ir donde podemos ir cualquier fin de semana?

-¿A ver ,que queda en el término medio?…¡Mira qué  casualidad!.. la zona que yo no quería… Mi lugar, mi rincón…

Por supuesto, saben que yo me conozco aquello como la palma de mi mano. 
Y una te dice; -Guapa, mira este sito es baratísimo, el hotelito frente al mar, pensión completa y además vamos seguras de que el sito es fantástico... según tú -

Yo  les digo; - eso está completo casi seguro –
-Pues vamos a comprobarlo - (Dios mío … rezo para que no puedan reservar)
-¡Niñas , que hay sitio ¡- 
-¿Comooooo?- 
- Sí, además habitación  con vistas al mar, de precio genial  y playita que no está muy lejos de aquí...¿verdad?- 

Todas me miran, yo... que evito la mirada,… y ellas, con los ojitos de suplica mirándome a ver que de digo. 
Y no sé decir que no… ¡pues aleee a reservar!

Ahora llevo dando vueltas a la cabeza dos días, ¿Qué hago?  -Cuentan conmigo- ¿Les digo que no voy? O ¿Me atrevo y que sea lo que Dios quiera?

No quiero imaginar si me encuentro allí a quien no quiero encontrar, o...¿sí que quiero encontrarlo? No mejor no, además es improbable, ¡casi imposible!

Y total, si le veo… ¿Qué puede pasar? .Pues nada… 

-Hola como estás -
-Bien, aquí, de vacaciones con las chicas-
-¿No habían más playas que estas?-(diría con tono socarrón) 
-Pues que se ajusten a lo que buscábamos, no, además, a ti que más te da, no invado ningún territorio privado, ¿no?-
-No me hace gracia-

Y fin de la conversación, ahí se termina todo.

Menos mal que solo son tres días, y pasan rápidos, ya sabrá que por allí no debe pasar ni equivocandose. 

Pero solo son suposiciones. Seguramente no sabrá ni que he estado allí.

En agosto está todo lleno… Me puedo camuflar con un sombrero y gafas de sol como una turista más. Y mientras mis  amigas disfrutan de mi rincón mágico , yo estaré tomando el sol tapada con un periódico y enterrada entre las piedras .


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  Pandemia. Hoy he recordado que tenía un blog ¡Vaya! Con las satisfacciones que me dio en su tiempo y he llegado a olvidarlo algunas veces....