domingo, 8 de septiembre de 2013

Palabras escritas

Tal vez dentro de un tiempo, cuando me disponga a releer todo lo aquí escribo, me avergüenze , o tal vez me ría de lo que he sentido, o quizá me ponga a llorar. Lo cierto es, que sienta lo que sienta dentro de un tiempo, esto… es lo que he vivido.

Empezó todo de la manera más tonta, ya lo expliqué un día, yo le escribía e-mails al amor de mi vida, y un día me dijo que debería abrir un blog. ¿Un blog? ¿Para qué? … No hice mucho caso, pero me rondaba la idea, no sabía que iba a contar, ni qué escribir, pero cuando todo terminó entre él y yo, me lo volví a plantear, y mi “medicina del alma “me lo recetó como terapia.

Esta experiencia que relato seguro que resulta familiar a algunos de ustedes. Seguramente recordamos hechos difíciles (o no) de nuestra vida, y  los recordamos escribiendo, en diarios, en notas, en cuadernos o,en  poemas aquellas vivencias. 

Esta es la necesidad del hombre o mujer por dejar testimonio vivencial a través de cuentos y relatos. Necesitamos concretar en la escritura las vivencias que nos harán trascender más allá y que hablarán de nosotros aún cuando ya no estemos.

Yo escribo para poder juntar mis pedazos. Cuando uno escribe lo vivido, arma el puzzle de sí mismo, se enfrenta con el propio dolor y con la esperanza de superarlo. Pero, llegar al punto de escribir, implica un trabajo con uno mismo, vencer resistencias y animarse. Animarse a encontrarse, a perderse, a volverse a encontrar.
Lo cierto es que me ha valido como diario, como una válvula de escape a mis sentimientos reprimidos, esos que jamás he podido transmitir a quien tanto he querido.

Aquí está la obra, relatos de momentos  de mi vida. He de agradecer a quien me dio la primera idea y también a quien después me animó y me ayudo a que esto funcionase.
Casi nadie de mis conocidos sabe que esto existe, por lo tanto las 10.300 entadas que hay son de gente que no conozco, como usted, que ahora está leyendo esto. Mil gracias por ser tan paciente y por perder un poco de su tiempo en leer algo que quizá sea tan solo por pasar el rato , o tal vez…hasta le guste .
Siempre dije que no entendía de métrica, ni tenía técnica de escritura, sigo igual, escribo como lo siento, cómo el corazón me dicta, la cabeza no anda muy cuerda… quizá por eso lo publico.

Le escrito a mi hija , a mi amiga, escribí sobre cosas que ocurren en el día a día, escribí a mi amigo, le escribí a Sabina, he escrito sobre mi vida y escribí sobre todo a quien un día me enseñó la vida y tiempo después casi me la arrebata.
Me gusta ser anónima, me gusta estar tras una pantalla y ver cada día como ustedes me dan ánimos para seguir haciendo lo que hago. 

Nunca pensé que esto funcionase, tampoco sé qué opinión se han forjado sobre esta humilde narradora de historias, pero lo cierto es que sea bueno o malo, para mí significa mucho.

¿Qué va durar esto? No lo sé, me gustaría decir que mucho tiempo, y que ustedes compartan conmigo lo que día a día va sucediendo, quizá un día pueda decir “ha vuelto” y otra contar… ¿Algún cuento?...

Si alguna vez desaparezco, aquí quedará parte de mi historia, para los restos…
Quien habita en la memoria, siempre será eterno...

Hoy no sabía que escribir en este fondo gris, gris cómo el día de hoy…llueve y el sol no ha querido salir, ni siquiera por Levante…

¿Será por qué hoy ha sido un día de despedidas? O tal vez, la tristeza del día sea por ausencias que aunque ausentes están presentes.


No hay tragedias, ni llantos, ni melancolías, ya pasó el tiempo de las tristezas, ahora comienza el de las alegrías.
Espero compartirlas con ustedes y con la vida, con mi gente y conmigo misma .Espero la recompensa de volver a quererme y de que me quieran.

No me arrepiento nada de lo que hecho o escrito.Y como dice  Beecher Stone...

Las lágrimas más amargas que se derramarán sobre nuestra tumba serán las de las palabras no dichas ni escritas y las de las obras inacabadas…


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