Despues de...

Despues de pasar esta semana uno de los momentos más difíciles de mi vida, he tenido que recurrir al baúl de mi memoria y me hago muchas preguntas, preguntas sin respuesta...al final lo que queda es una simple reflexion. 
La vida se compone de momentos y el pasado se convierte en parte de un presente que ha de ser vivido ... Y le pregunto; 

¿Cuanto tiempo hace que  no te visito?, aun más, ¿que no te escribo?, hoy he querido hacer un esfuerzo, sacando tiempo de dónde no tengo y ganas de donde no las hay para dedicarte unas palabras.

Bien sabes que siempre he tenido el serio problema de poseer una educación anticuada, y callar en muchas ocasiones, sellando mi boca por prudencia...

Con el paso de los años, la prudencia ha ido nivelándose con la frustración de saberse en lo cierto cuando los demás están equivocados, y aún a pesar de parecer con ello vanidosa o ególatra he dejado escapar en muchas ocasiones aquello que necesitaba ser dicho y era oscurecido por las apariencias.

Así, en el corto espacio de media vida he pasado de ser tímida a convertirme en una persona agresiva verbalmente para algunos y para otros en una especie de bruja cuando he sido completamente sincera.

Como tú bien sabes, me he convertido con el paso de los años en una sombra, la mayoría de las veces solo reconocida por las personas más allegadas, las cuales han catalogado mi visión sobre el mundo con la denominación de sentido común, algo por lo que veo actualmente poco valorado y una herramienta fundamental en mi día a día.

Con este pequeño epílogo quería recordarte, querido pasado, que con el curso del tiempo he ido cambiando, que ya no soy aquella persona, tan complicada que era antes, y en cierta forma olvidada ya, tanto por ti como por mí misma.

Sé que tus intenciones al volver de vez en cuando, son guiadas por la nostalgia de aquella que fui una vez, de un amiga que tenía mucho de hermana, por eso hoy te escribo, como una excusa para intentar recordar eso que aún recuerdas de mí.

Muchos pasados han vuelto últimamente a saludarme, tantos que parece que una vez importé a alguien, aunque ninguno éramos conscientes de esa importancia tardía. 

No repruebo tus intenciones, ni de antes ni de ahora, como bien sabes hay cosas que no cambian jamás, y nunca he sido rencorosa, vengativa aun menos, aunque estas cualidades ciertamente hubiesen hecho mi vida más sencilla.

Sin embargo preferí el camino difícil de ser quién creo ser, antes de convertirme en lo que la vida hubiese querido que fuese.

Perdona si no puedo recordar todos los detalles de aquella vida, pero con el tiempo, mi mente ha ido guardando recuerdos en el sótano de mi memoria, y cuando se quedó sin etiquetas, sencillamente las fue apilando en un rincón.

Hay veces en las que mi imaginación vuela, y se posa en una alta montaña junto al mar a contemplar el paisaje de los años pasados, y los veo expandiéndose en un horizonte lejano,hasta donde alcanza mi vista desde ese punto tan elevado como es el presente.

Otras veces sonrío contemplando ese paisaje y otras una lágrima de nostalgia recorre mis mejillas. De vez en cuando me veo en la altura dibujando paisajes que pudiesen haber sido si en vez de un camino hubiese escogido otro, pero...la verdad sea dicha, la mayoría de las veces tan solo vengo aquí para disfrutar de la vista, sin más.

Hace poco que comprendí el sentido de la vida, y voy dejando el equipaje extra para caminar más cómoda por este sendero entre dos tierras, lo que fue y lo que será. Hoy me limito tan solo a caminar, intentado disfrutar y aprender de cada recodo de los caminos que se van abriendo frente a mí.

Es por eso que te escribo hoy, querido pasado, para decirte de nuevo, que aún no olvidándote estoy aprendiendo a vivir sin ti, hace tanto tiempo, que ya no soy quien tu recuerdas.

Mi presente hace ya, que casi ni te recuerde, mi presente es lo que tengo, mi presente es ... lo que yo he sido y lo que hoy soy.