La última vez

Dicen que la esperanza es lo último que se pierde, quizá sea verdad, porque es lo último que he perdido.

Quedaba un rincón de esperanza en mi corazón, y se ha marchado hace un rato…

He quemado los últimos cartuchos que me quedaban, ahora ya sé que no hay más oportunidades. Me la han robado, me la han quitado… sólo me queda volver una vez más a mi rincón a echar las cenizas de lo que  una vez fue y ya no es.

Me voy unos días a descansar, a desconectar del trabajo y del mundanal ruido de la cuidad, me voy donde siempre, a mi rincón. Dije que jamás , pero ... jamás es demasiado tiempo.

Quiero aprovechar los últimos días de sol que quedan en los principios del otoño, el frio no tardará en abrir la puerta y entrará sin avisar, como lo suele hacer en estas tierras.

He conseguido engañar al corazón durante un tiempo, tiempo corto, conseguí engañar incluso a la cabeza…Fueron al mismo compás, pero, la cruel realidad se ha hecho presente una vez más, y ha desentonado la melodía que sonaba cada día en mi esperanza … la confianza tambien mata .

Me he caído desde el precipicio más alto… ¡ingenua de mi ¡...¿Cómo he podido creer en semejante sueño?

Los sueños, sueños son, y no se puede vivir con ellos eternamente, por mucho que quieras que se cumplan, hay sueños que son imposibles.

Ya no hay nada, ninguna esperanza que albergar, ninguna ilusión que alimentar, se acabó…lo que nunca debió comenzar.

Voy por calles equivocadas, por caminos sin salida, por carreteras hacia ningún lugar, voy sumando tristezas y restando alegrías… y no soy de ciencias.

Cuando recorra de nuevo la carretera de líneas continuas y discontinuas, volveré a remover la memoria, y la caja de Pandora se abrirá ante mí para decir… ¡Escoge!

Y no sabré que escoger, no sabré que elegir, no sabré que hacer…

Solo espero que en el momento en el cual deba elegir, no me entren las dudas de saber lo que es mejor para mi .

Todavía recuerdo ...

"Esta es la última vez que nos vemos” Y entendí sus razones sin yo poder despegar los labios.

Huí como hacen los cobardes, con la cabeza gacha y el corazón hacia delante, mientras él se me quedó enredado en el bucle de unas olas sin sentido del recuerdo.

Estaré allí de nuevo y en el reflejo de mi rostro en el vaso de cerveza podré adivinar el contorno de sus ojos. Abriendo el rincón prohibido del alma, me permito aún en mis más solitarias noches, escuchar su voz …

Aún hoy, donde nadie habla mi idioma, donde la gente cruza sin mirar su entorno, donde no hay lugar para lo sincero, donde todos saben de máscaras, donde parece no existir el tiempo. Aún hoy, aún allí, me permitiré cerrar los ojos e invocar su dulce fantasma, que me arropa, que me toca el pelo mientras lloro sin consuelo tantísimos errores, y que me dice con su dulce voz... 

“Aquella fue la ultima vez que nos vimos”