Los viernes son horribles, aunque trabaje media jornada y llegue el tan anhelado fin de semana para poder descansar y hacer lo que me apetezca. Pero todo el mundo tiene prisa, todo el mundo tiene algo que pedirte, el jefe algo que exigir y yo... yo estoy en ocasiones tentada de plantarme en mitad de la oficina, taconear como Lola Flores en medio de un rapto de arte y gritar ¡Os queréis ir todos a...! Tentada estoy, pero acabo siendo la última en salir y dejándolo todo en condiciones.
Además este viernes... este viernes al salir de la oficina tenía por delante nueve maravillosos y deseados días para poder descansar. Sin miedo a ser pedante, queridos lectores y lectoras de este humilde blog, he de decirles a todos ustedes ¡¡¡ME LAS MEREZCO!!!
Vuelo por las calles de mi ciudad para poder cumplir con los encargos que me he auto impuesto, una es muy cuidadosa consigo misma y tenía que acabar de darme los últimos retoques antes de partir... ¿Se me haría largo llegar hasta el sábado? Seguramente muy largo, pero llegaría. Peluquería, casa, maletas, comidas, complementos, la bolsa de la playa... la mochila de los recuerdos tampoco la olvido, siempre viene conmigo. Y lo más importante, mi hija. Creo que lo dejo todo en orden y me voy a dormir poseída aún por varias dudas que se me plantean. Dudas que se generan porque vuelvo a ese rincón del mundo tan especial para mi, no solamente por el precioso lugar, sino porque acuden a mi cientos de momentos vividos con quien fue...

Viajo sin prisas, no paso de ciento diez en ningún momento. Me paro a desayunar, fotografío la salida del Sol. Disfruto con cada kilómetro, las rayas continuas y discontinuas del asfalto están aliadas conmigo, no se clavan en el pecho como saetas sin destino... me ayudan, a pesar del nerviosismo, a pensar en mi llegada, a mi rincón. A las 10:34 de la mañana llego a destino y empiezan las sorpresas, las situaciones inesperadas ¿La inestabilidad? No, no es inestabilidad, ha llegado la hora de tomar decisiones y las tomo. Acepto tomar las llaves de MI rincón a optar por otras llaves menores, que aunque me mantienen en el mismo lugar... tampoco es lo mismo, hay lugares de embrujo y lugares con embrujo, con intimidad, con tranquilidad, con... mi espacio, lo necesito y repito ¡LO MEREZCO!
Exploro lo que ya conozco, camino por veredas seguras y me arremango para poner el orden que quiero y que necesito, busco acomodo en todas las esquinas de mi rincón. No es una cuestión de egoísmo, es que debo mirar y velar por quien esto escribe ¡Ahora me toca a mi! ¡A mi! Voy a darme y me merezco un homenaje.
¿Homenaje en soledad? ¿Por qué no? ¡YA ME TOCA!
Me reencuentro con la playa, el mar, las piedritas, el Sol generoso y los espacios vacíos. Jamás me hizo falta nadie para sentirme bien, me sobran las multitudes, es uno de los motivos por los cuales adoro este rincón. El Sol me saluda y el mar, mi Mar, me da la bienvenida y me siento unida íntimamente a ambos. Dejo que el sol me acaricie, el Mediterráneo me mime y la suave brisa dance a mi alrededor, mientras me susurra y empiezo a ser consciente que me encuentro bien. Sé que mis decisiones están siendo acertadas y sé continúo por el camino de un cambio lento, pero que ya no debería tener marcha atrás, a pesar de los leves bajones que siento en, ahora si, contadas ocasiones.
Ceno, como, meriendo, leo, duermo, pienso, respiro, siesta, un zumo de frutas variadas... vuelvo a dormir, a pensar y a pasear. Descanso, me estiro, me desnudo entre las sábanas y me visto entre ellas sabiendo que continúo siendo un fruto que va a seguir madurando hasta encontrar su momento idóneo, me encuentro bien... sintiendo algunas soledades... cada vez más leves... aunque mi cabeza me dicta y mi corazón flojea, eso si, cada vez menos ¿Estaré empezando a quererme de verdad?
Días de descanso y hago un paréntesis para fundirme nuevamente con la carretera, varias horas de coche y lineas blancas que avanzan, me llevan a cumplir diversas obligaciones laborales. Ya saben Ustedes que empleada en una empresa familiar, tiene diversas obligaciones a las que no te puedes negar... tampoco lo hago a disgusto.
Con parte de mis obligaciones finalizadas, continúo carretera y llego a destino. Me organizo y planeo los siguientes movimientos, en esta ciudad en la que viví varios años. Hablo y comparto conmigo misma, paseo rincones y calles, percibo olores, continúo dándome el merecido homenaje. Me dedico tiempo e instantes para mi, en mi soledad parcial solamente rota por llamadas esporádicas, algún correo despistado y WhatsApp de todo el mundo... pero estoy en mi mundo, en mi descanso y no me molestan ni agobian... Nadie sabe donde estoy y nadie debe interferir en mi intimidad, en mis decisiones. Soy una mujer ¡¡¡LIBRE!!!
Acabadas mis obligaciones y mis devociones, salgo al día siguiente de regreso, haciendo un hueco importante para visitar a una amiga mía. Amiga querida y valiente que ha luchado y superado una maldita enfermedad. Disfruto de la jornada con ella y casi anocheciendo... regreso a mi rincón favorito, a mi palacio de exilio voluntario, mi espacio dorado.
Y aquí permanezco, entre las olas y el sol, el viento y mis libros, el pensamiento y las risas... entre el recuerdo y la ausencia de lágrimas. Aquí permanezco sin hacerme esperanzas vanas, porque he cambiado y he avanzado a pasos de gigante... aunque a veces me flaqueen las rodillas, pero ya no las hinco en el suelo, me mantengo enhiesta y soy capaz de incorporarme... para seguir con el rumbo que yo decido entre mis piedritas playeras, el viento cantando como un tenor poderoso y el sol haciéndome toda la compañía que necesito.
Queda menos para acabar las vacaciones... pero sigo teniendo el viento a mi favor.

¿Homenaje en soledad? ¿Por qué no? ¡YA ME TOCA!
Me reencuentro con la playa, el mar, las piedritas, el Sol generoso y los espacios vacíos. Jamás me hizo falta nadie para sentirme bien, me sobran las multitudes, es uno de los motivos por los cuales adoro este rincón. El Sol me saluda y el mar, mi Mar, me da la bienvenida y me siento unida íntimamente a ambos. Dejo que el sol me acaricie, el Mediterráneo me mime y la suave brisa dance a mi alrededor, mientras me susurra y empiezo a ser consciente que me encuentro bien. Sé que mis decisiones están siendo acertadas y sé continúo por el camino de un cambio lento, pero que ya no debería tener marcha atrás, a pesar de los leves bajones que siento en, ahora si, contadas ocasiones.
Ceno, como, meriendo, leo, duermo, pienso, respiro, siesta, un zumo de frutas variadas... vuelvo a dormir, a pensar y a pasear. Descanso, me estiro, me desnudo entre las sábanas y me visto entre ellas sabiendo que continúo siendo un fruto que va a seguir madurando hasta encontrar su momento idóneo, me encuentro bien... sintiendo algunas soledades... cada vez más leves... aunque mi cabeza me dicta y mi corazón flojea, eso si, cada vez menos ¿Estaré empezando a quererme de verdad?
Días de descanso y hago un paréntesis para fundirme nuevamente con la carretera, varias horas de coche y lineas blancas que avanzan, me llevan a cumplir diversas obligaciones laborales. Ya saben Ustedes que empleada en una empresa familiar, tiene diversas obligaciones a las que no te puedes negar... tampoco lo hago a disgusto.
Acabadas mis obligaciones y mis devociones, salgo al día siguiente de regreso, haciendo un hueco importante para visitar a una amiga mía. Amiga querida y valiente que ha luchado y superado una maldita enfermedad. Disfruto de la jornada con ella y casi anocheciendo... regreso a mi rincón favorito, a mi palacio de exilio voluntario, mi espacio dorado.
Y aquí permanezco, entre las olas y el sol, el viento y mis libros, el pensamiento y las risas... entre el recuerdo y la ausencia de lágrimas. Aquí permanezco sin hacerme esperanzas vanas, porque he cambiado y he avanzado a pasos de gigante... aunque a veces me flaqueen las rodillas, pero ya no las hinco en el suelo, me mantengo enhiesta y soy capaz de incorporarme... para seguir con el rumbo que yo decido entre mis piedritas playeras, el viento cantando como un tenor poderoso y el sol haciéndome toda la compañía que necesito.
Queda menos para acabar las vacaciones... pero sigo teniendo el viento a mi favor.
DALE CAÑA A LAS VACACIONES WAPA¡¡¡¡¡¡
ResponderEliminarYa estoy de vuelta ¡¡¡¡...Gracias .
EliminarNélopeeeeeeee tia ya era hora mmmmmmuuuuuuuuuuuasssssssss. Que la ofi esta vacia sin tus notas y la cieza esta esta mu plomo. Menos mal :)
ResponderEliminarVaya con las chicas de la ofi... Ya estoy aquí ¡¡ Ahora a comenzar la rutina .. Un beso guapas¡
EliminarTía wapa menos mal que sabemos algo de ti, que la Patri estaba ya sesperaita por no saber nada de ti. Que la tienes loca. Un beso y pasaatelo bomba :) :) :)
ResponderEliminarLo de tía guapa no se donde lo sacaís ... imaginación teneís un rato ¡¡.¿quien es "La Patri"?... Alucino con ustedes .... Un abrazo y gracias .
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