He dejado mi paraíso, mi rincón, mi soledad, su refugio…
Ha sido una semana intensa de todo… emociones, recuerdos, sorpresas, llamadas, reencuentros, momentos.
Hoy, último día de Sol y Mar, alguien me ha sorprendido.
Desperté temprano como siempre, hecho un vistazo al móvil para ver las últimas noticias, tanto en prensa como en redes sociales y ver el correo. Estaba todavía en la cama, me daba pereza levantarme, quería aprovechar para deslizarme entre las sabanas un ratito más. Pero había que recoger para la partida.
La noche anterior envíe un mensaje de agradecimiento por la estancia, creo que cariñoso y sincero. Sin embargo la respuesta tenia la frialdad de un cuchillo de acero rasgando la piel.
No, no he llorado, me he contenido… me he levantado como un resorte, cabreada, dolida y maldiciendo mi impulso irrefrenable de la noche anterior. ¡No aprendo! Odio eso…debo contenerme.
Preparo las cosas, desayuno y me marcho a la playa un rato… era temprano, las diez y algo, más o menos…
Mi medicina del alma, me envía un wass, estos días ha estado pendiente de mí por si recaía, sabía que el lugar me podía causar un bajón y volver atrás en el tiempo de nuevo.
Le contesto diciéndole que estaba bien, que le avisaría cuando saliese de allí y cuando llegase a casa. Pero parece que me conoce hasta escribiendo. Me llama de inmediato.
-A ver- ¿Qué le ha ocurrido a mi Dama?
(Su Dama) un medico a su paciente la llama su Dama. ¡Ver para creer!
-¿Y usted como sabe que pasa algo? –
-Lo sé y punto, dispare-
-Pues… que hice algo anoche que no debía, y he recibido lo que esperaba pero no lo que deseaba-
-Parece mentira que a estas alturas usted no sepa la contestación de parte de él -
-Vale, no me riña, que no estoy para que me toquen las palmas-
Le explico la situación , estoy en la playa , tomando un suave sol , y los pies en el agua...y por primera vez en toda la semana , me he roto … he roto a llorar , llanto por no querer irme , llanto por decepción , llanto porque alguien me escucha , me lee y me entiende … y además me ayuda . Llanto porque se me va muy lejos mi medicina y no estará ahí para consolar mi alma.
Pero como él dice; he aprendido que los lazos sobreviven a tiempo y lejanía.
Pues así será…
Cuelgo el teléfono, y me resbalan las lagrimas, no lo puedo evitar, la presa de contención no ha podido con la presión.
Siento unos pasos tras de mi…alguien me pregunta; ¿Está Usted bien Señorita?...
Hombre de unos cuarenta y tantos, moreno, alto, y educado, acento de “Despeñaperros párriba”… lugareño no era…
-Sí, estoy bien, gracias –
-¿Me permite que me siente con usted?-
-Claro, la playa es de todos –
-La llevo observando toda la semana, debe usted vivir cerca de aquí , viene más o menos a la misma hora , contempla el mar , lee , fuma algún cigarrillo que otro y consulta el móvil a menudo-¿Mal de amores?-
Me quedo sin saber que decir, y es raro que yo no tenga palabras para salir del paso. Pero… en decimas de segundo me doy cuenta que he sido observada por alguien que yo ni he visto.
¿Tan ensimismada he estado estos días, cómo para no ver más allá del mar?
Ni le pregunto cómo sabe todo eso, ni su nombre, ni siquiera que hace allí .
Me limito a contestar lo más educadamente posible, e intento desviar el tema. Le digo que estoy de vacaciones, que simplemente estoy descansando y desconectando del mundanal ruido de la cuidad. Que aquel sitio es el ideal para hacerlo y que me marcho en unas horas.
-¿No la veré mañana?-
-No, lo siento, es mi último día-
-Pues una pena, una mujer como usted no se ve por aquí a menudo-
Él insiste, y me dice; -El libro que estaba leyendo ya lo ha acabado, ¿No?-
-Sí, era interesante-
Yo no le hago preguntas sobre cómo sabe qué libro estaba leyendo, no digo nada.
-La vi llorar leyendo ese libro, quizá se vio usted reflejada en él-
-Veo que es usted muy observador. Sí, es un libro que tenía desde hace años en casa y lo he traído al azar, y, sí, me he sentido reflejada en él –
-Prometo leerlo, así sabré algo más de usted, ya que está usted hermética para responder a lo que le pregunto-
-Verá, no le conozco de nada, y no suelo contar mi vida a los desconocidos -
-No pretendo que me cuente nada, solo me acerqué cuando la vi llorar, está usted aquí sola y le ofrecí mi ayuda,pero si no me equivoco , le diré que no sufra por quien quizá no la merece , y me atrevo a más , si me permite . A Usted le costará mucho encontrar el amor.
Da Usted miedo, ese miedo que tenemos los hombres ante las mujeres que trasmiten una seguridad en sí mismas que nos hacen creer que el muro invisible es infranqueable, y que un hombre como yo, por ejemplo, sabe que una mujer como usted jamás se fijaría en él. No tiene más que ver que llevo toda la semana observándola y usted ni me ha visto. Tiene la mente puesta en otra persona y en otro lugar, usted no está aquí… Está muy lejos de aquí-
No sé si me quiero morir en ese instante, o gritar y salir corriendo.
¿De dónde ha salido Rappel? Además era la tercera vez en esa semana que me decían lo mismo.¡ Das miedo!
Pues que yo sepa, todavía no hay nadie en el cementerio por mi culpa.
-Caballero, un placer el rato de charla, pero debo marcharme, me queda un largo camino –
-El placer es mío, la veré irse con su coche en un rato, aunque no la veré fumarse esta noche su cigarrillo a la orilla del mar, la echaré de menos -
Me marcho con un simple adiós, y perpleja por lo ocurrido.
Mientras recojo todo, hago repaso de la casa, cierro todo, me ducho… y como un poco de fruta y ,maletas al coche…no dejo de pensar en lo ocurrido.
¡Me estoy rayando!
Tomo la calle del paseo de la playa para salir de allí y miro… nada, no había nadie. Me quedo más tranquila y… carretera.
Hacía una temperatura estupenda, por lo que le quito la capota al coche, pongo música y a rodar… camino de casa y de la rutina.
Kilómetros más tarde parón en la autovía , dos coches de la Guardia Civil que cortan la carretera y nos hacen meternos en una salida hacía una gasolinera.
Un control de los importantes, armados hasta los dientes ...
-Algo pasa – Pienso mientras llego al control-
Me hacen parar a un lado, bajar del coche , y la benemérita me dice ;
-Abra usted el maletero-
Me da la risa, ya verá este lo que se encuentra.
Abro y me dice; - ¿Esto qué es?-
-Pues mire usted, la capota del coche, no creerá que esto se guarda en el bolsillo-
(Pá chula yo)
(Pá chula yo)
-Cierre la capota-
-A sus ordenes-
Cierro la capota , entre tanto , todos mirando … me sentía Telma y Louise pero sin Louise.
¿Habrán dado orden de búsqueda y captura?
-Abra la maleta-
(Menos mal que es una es muy curiosa y llevaba todo muy bien colocado)
-¿A mí?, oiga ¿no le da igual que me registre aquel chico guapo?-
El pobre se aguanta la risa, y me dice que lo siente, pero que le ha tocado a él.
Sé que puedo negarme, pero con lo que llevaba puesto poco había que registrar.
En ese momento me acuerdo de una amiga a la que le gusta un uniforme más que a un tonto un caramelo… Si estuviese aquí la habíamos formaó.
-Se puede marchar-
Menudo alivio…
Salgo del control , y para casa .
Y así ha transcurrido mi último día de vacaciones.
Será cuestión de observar más y mirar menos .
He aprendido que hay que vivir la vida minuto a minuto… y que cada segundo cuenta y es uno menos…
La vida no espera a nadie .
Qué tal,mi unica"adicción??"(@parte de mi soledad)..crees que vale la pena que sigas fragelandoté,Por qué,no dejas de mirar atrás?? Si atrás sólo quedan telarañas;Tú Mar y ¡¡el mío!!,es muy grande,y tú alma inquieta,puedes encontrar tu otro rincón...Nadie sé merece tus lagrimas,y si sé las mereciese "NÓ TE HARÍA LLORAR" ChAíto y un beso.
ResponderEliminarHoy es un nuevo día ... "Pátras" ni para tomar impulso .Besos
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