Solo te pedí un pequeño espacio donde habitar en tu vida, nunca quise invadir tu terreno, ni hacer demasiado ruido para no molestar, nunca pedí nada que no me quisieras dar. Lo que me diste lo tomé como la tierra áspera deseosa de agua que la empape. Fuiste lluvia para la sequia, calor suave para el frio, aire fresco para el verano, escarcha en las madrugadas, ilusión tardía pero anhelada.
Nunca sabrás cuanto te quise, y yo nunca entenderé cómo no lo viste.
No reprocho nada, sólo agradezco haberte conocido, porque de ti he aprendido a querer sin apenas esperar nada… ¡Y me diste mucho¡ me diste paciencia, tolerancia, comprensión, frenaste mis impulsos … moldeaste mi cuerpo a tu antojo, como un escultor que de la arcilla hace lo que le viene en gana .
Y no me importó, disfruté cada día y cada segundo que me regalabas.
¿Me quisiste? no lo sé...¿Me lo creí? Tal vez...¿Te sentí? Sí...¿Te amé? Demasiado tal vez...
Nunca encontraré una palabra que tenga más sentido que decir “te quiero” porque un te quiero no es suficiente para expresar lo que siento.
Y un día te marchaste como llegaste, sin decir nada, y me dejaste vacía la casa del alma. Te llevaste tus cosas, el calor, el frio, la escarcha, la ilusión, las caricias de madrugada, las sonrisas, las miradas, te llevaste la maleta repleta de todo… me dejaste...nada.
Debe pesar mucho con lo que viajas, llevas tu equipaje y el mío. Solo pido que no pierdas nada en el camino. Llevas lo más valioso que he tenido, un amor inmenso que vale más que cualquier cosa que haya perdido.
¿Y ahora…como lleno de nuevo el hueco del alma?
Alguien ha venido para intentar que recupere lo perdido, pero…no encuentra la llave del paraíso, la escondí en sitio seguro para que no invadan el hueco que dejaste vacio.
Me gusta que toquen a mi puerta, me ilusiona el nuevo inquilino, pero me acobarda abrirle la puerta, no quiero desconocidos que roben lo que siento, lo que he sentido contigo…
Y él no me pide nada, va despacito, hoy un café y mañana me encuentro con él en la esquina de casa, ¿casualidad? No… la esperanza de que le abra la puerta de mi alma.
¡Pobre! … no sabe, no entiende que… vaciar de nuevo la casa, es hacer mudanza.
Yo no estoy preparada .Pero quien sabe, quizá un café trae una cena, una cena, una copa, y así despacito hace vereda y no deja que crezca la hierba…Está demasiado cerca.
Y sé que esperar es un sinsentido, tú nunca regresarás conmigo...
¡Cuánto te conozco amigo!
Pero mi esperanza es tozuda, aunque ya no llore tus ausencias, ni me duela el alma cuando te recuerdo… sigue quedando el hueco en mi cuerpo, hueco vacio donde nadie habita, ni todavía llenarlo quiero.
Abro, lo miro, lo veo vacio, antes dolía, ahora…solo hace frio.
Un otoño nuevo comienza, las hojas del árbol han caído como cae el propio olvido, quizá haya que esperar a la primavera para que florezca de nuevo.
Ahora espero que llegue el invierno, y que el frio que siento lo arrope quizá ¿un desconocido?...
Tal vez opte por un suave jersey de lana fina, un abrigo, y un calor artificial que nada pide, pero nada da.
Penélope,reina entre las flores...tienes que convencerte a tí misma que no tienes nada que temer... Eso sí,lo tienes que hacer,con fuerza y profundidad. ¡Si lo crees de verdad, lo sentirás así!!!Saca tus temores a pasarlo mal a nivel emocional, sigue en ello y lograrás extinguirlos. Un beso y ChAíto
ResponderEliminarTodo llega y todo pasa . Y no dudes que si doy el paso para conocer más al nuevo inquilino , será por convencimiento propio , sin temor, y con profundidad . Las medias tintas no me gustan . Tiempo , al tiempo le pido tiempo , y el tiempo ... tiempo me da.
ResponderEliminarUn abrazo ...
nena magica te quiero
ResponderEliminarTe he echado de menos .....
ResponderEliminarnena magica vengo de rezarle a la begoña por ti y por tu medico que os quiero
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