Confío en Usted

Tengo un amigo, un amigo del alma (como él a mí me llama). Suele dejarme sin palabras, suele decirme las verdades, suele conmoverme con su sinceridad y su cariño.

Sé que está asustado, asustado por que no sabe qué será de él, tiene miedos, temores, amores y desamores.

Suceden cosas en esta vida para las cuales no estamos preparados, pero yo sé que él es fuerte, sé que puede conseguir lo que se proponga.

Lleva demostrándolo toda la vida, y ahora no va a ser menos

¿Acaso Usted cree que yo creo que esta carrera está acabada?... ¡No!, ni la mía, ni la suya. Vamos cumpliendo tramos, metas volantes, pero el final…  todavía está por llegar. Anhelo y deseo que su carrera sea larga, con sus descansos y paradas, y el avituallamiento necesario para continuar.

Me hablaba usted un día de felicidad moderada... Usted sabe que  la felicidad es algo efímero, volátil e intangible, a veces creo que no existe, aunque otras veces me pueda parecer que lo que siento es la tal llamada “felicidad”.

Estamos de paso, y eso es algo que sabe usted mejor que yo (desgraciadamente) pero así es , lo hemos vivido , visto y sentido en los seres queridos que nos rodean, esta vida es puro transito, hoy aquí y mañana … no se sabe .

Pero los días se siguen sucediendo uno tras otros, y mientras los amaneceres sigan despuntando al alba del día, y mientras a  nosotros nos den la oportunidad de verlos, aquí estaremos esperando  verlos nacer.

No pienso morir todavía, ni siquiera por amor, y a usted, ¡ni se le ocurra!.. Porque entonces voy yo… y se entera quien es Penélope. Por lo tanto, usted verá.

Le ruego, le suplico, que utilice esa fe inquebrantable que le tiene a su Dios, en pedir por su salud, no por los demás, sino por usted, por que los demás estaremos bien siempre que usted esté ahí.

Yo, sin esa fe, haré lo que hago siempre que quiero algo,… suplico a las leyes del universo, esas, últimamente no me fallan demasiado, por eso procuro, dar gracias por haber puesto en mi camino personas maravillosas como usted.

Sabe Usted de mis reticencias ante ciertas cosas, supongo, estarán ahí siempre, después de lo vivido y sufrido, las personas cambian, pasamos de ser confiados a desconfiar de todo, y estoy segura que a veces, sin razón…Pero así somos, tal y como nos va moldeando la vida, aunque el barro o la arcilla que es la esencia, siempre sea la misma.

Mi amigo del alma, ahora debe empezar de nuevo la lucha, por lo tanto, quiero verle con ánimos y con fuerza, tiene mucha gente que le quiere… no nos falle.

De lo demás… no me preocupo, no hay motivos para ello, porque sé, que todo  saldrá como usted desea ¿por qué lo sé? Primero porque soy bruja, y segundo, por qué se lo merece.

A veces, la vida es justa… y le da lo que merece a quien se lo gana.

Gracias por su amistad y su cariño.