Después de pasar con él con unos días, siempre llegaba a casa de la misma forma, cabizbaja, acompañada a veces por la luna, guardiana de sus secretos. Otras veces, por nubes de frustración, ya le iban quedando vagas esperanzas de tiempos mejores.
Ella pensaba; -Quizá… ¿Nadie le había enseñado a querer?-. Tal vez tampoco a soportar el sufrimiento. Ella creía que nadie le había mostrado la diferencia entre ambas cosas, y estaba casi convencida de que una de las dos palabras sobraba, pues para él ambas significaban lo mismo.
Ella le había dicho -"Te quiero"- en demasiadas ocasiones, sin lograr a cambio una sola sonrisa.
Pensó en probar con otra palabra -"Te sufro"-', se lo diría en algún momento. Seguro, la reacción por parte de quien lo escuchara no iba a ser muy diferente.
Ya decidiría luego cuál de las dos palabras eliminar de su vocabulario, frustrada como estaba de pronunciar la palabra "quiero", y harta de sentir tan intensamente la palabra "sufro".
Difícil elección.
Hoy llueve. No sólo ahí fuera. Es un día gris, pero un día al fin y al cabo. Al que seguirá un atardecer, puede que sin ocaso. Y luego una noche, quizá sin estrellas. Para dar paso a un alba, tal vez tenue. Pero que, sin duda, anunciará un nuevo día.
Porque un amanecer sin sol es también un amanecer.
Y en cuanto el Sol se despereza, aparece altivo por Levante. Porque la sabiduría inmensa de la madre naturaleza, nos regala luces, grises y oscuridad, igual que nos obsequia con la libertad, e incluso con la tozudez. Querer no está desligado de sufrir, porque deseamos lo mejor para quienes amamos y desconocemos si algo malo puede ocurrirles. Pero la zozobra de sufrir por amar, creo, que debe limitarse a nuestros miedos e inseguridades. Sufrir porque el amor no nos llega en la misma proporción que lo damos, en la misma confianza y libertad que lo entregamos ¿Es acaso amor? No lo sé, aquí entra el criterio de cada uno, pero creo que solo podemos definir un TE QUIERO, cuando siempre existe el TODO POR NADA, el mutuo todo por nada. Seguramente camino por veredas erróneas, mi Dama, pero así opina este loco ¿Me permite?
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