Relato intransigente de la nada al todo, para una tarde cualquiera.
-Tienes unos niveles de células cancerígenas en sangre alrededor de los ocho mil y pico, más cerca de nueve mil que de ocho mil ¿Sabes que alternativas tienes?
-Lo sé.
-¿Qué camino tomarás?
-Ninguno.
-Si no haces la radioterapia, te queda un año y poco... y si la haces, hay esperanzas, aunque pocas, no voy a mentirte.
-¿Sabes una cosa? No voy al invierno. El diagnóstico de principios de mes es peor que el de este final de febrero.
-Debes luchar.
-Debo morir como quiero.
-Te queda mucho por hacer.
-Esta es mi última primavera y mi adiós a los horribles veranos.
- ¿Te rindes?
-No, me entrego.
Ya tenía un plazo, una fecha aproximada para la que las cartas debían estar sobre la mesa y sin marcar.
Había muchas cosas que hacer, compromisos que cumplir y despedidas pendientes.
Había que mantener una careta pública y familiar.
Era necesario seguir participando activamente en todo, tenía mucho que redactar y aún más que destruir.
¿Miedo? Ninguno.
¿Pena? Bastante.
Vuelve a la realidad, como si nada ocurriese. Vístete todos los días de domingo, salta, brinca, chista, ríe, baila y llora. Vive lo que te queda.
No malgastes tus pocos días.
"Tienes una solicitud de amistad".Vale, pues acepto. "Tienes un mensaje".Vale, pues lo leo "Sus palabras me dejan sin las mías".
"Tienes una solicitud de amistad".Vale, pues acepto. "Tienes un mensaje".Vale, pues lo leo "Sus palabras me dejan sin las mías".
Trabaja como si fuera cada día el mejor, estudia, redacta el informe que has de entregar, prepárate para la despedida de los que más amas...
"Sus horarios me tienen descolocada"... Joder, esta mujer está al caso de todo. No tiene por que importarme lo que opine o diga... pero me importa. Joder, he escupido sangre, ya se ha roto algo ¡Pues si que empezamos pronto!
Duele más plantearse una despedida que esa despedida y subes al avión con el alma encogida y piensas en los que amas y sabes como lo tomarán.
Y sueñas ¡Increíble! Te ocurren cosas que no te habían pasado hasta ese momento ¡Mierda! ¿Qué hace esta mujer en mi cabeza? Y aterrizas sin dormir, y das una larga conferencia en la que triunfas y te sube el ego... pero llega la noche.
La noche y el sofá. Con el sofá el abrazo de esta niña diminuta a la que amo hasta la extenuación. Y me abraza y me siento amado. Y me empuja, y me siento amado. Y llora, rota y me siento amado... y roto porque la amo. Y llega mi hermano y se derrumba en el sofá, inconsolable. Llora porque me ama, lo abrazo y consuelo porque lo adoro. Descerebrado gigantón, acurrucado entre su esposa y mis brazos. No me puedo permitir una lágrima, sobriedad, serenidad y fuerza.
"Es mi deseo, mi voluntad y mi decisión. Os ruego que me respetéis".
"Es mi deseo, mi voluntad y mi decisión. Os ruego que me respetéis".
El llanto de las niñas llevan al hombre a su cuarto, mientras mi hermanita se aferra al cuello de su hermano oso. Y pasan las horas y más que antes los amo, los amo con todas las fibras de mi ser, con todas las células sanas de mi cuerpo, los amo y por siempre los amaré, más allá de la vida, más allá de los tiempos.
Y llega el día, faltando el sueño. Y recorres las calles conmigo buscando solución a los enigmas. Y compras su regalo, porque te lo ha dicho uno que habla cosas extrañas... y vuelvo a casa, dejando atrás el hogar.
"Hermanito oso, yo si te llevaré flores. Vente a pasar tus últimos días conmigo. Yo te cuidaré y te llevaré de la mano para que no tengas miedo".
Y llego como me fui, tal vez peor, escupo sangre.
Y pasan los días entre espasmos y escritos.
Pasan los días y oigo tu voz. Escucho tus lágrimas mientras me aferro al teléfono.
Pasan los días y oigo tu voz. Escucho tus lágrimas mientras me aferro al teléfono.
Y pasan más días y te veo. Y pasan más días y charlamos.
Y descubres que los casi nueve mil en los indicadores, son ya casi catorce mil.
Y te hago llorar ¡Maldito sea mil veces más! Y te revelas. Y te rebotas. Y me cabreo. Y empiezas a luchar sin tus fuerzas, para darme las mías.
Combates con la fuerza de un jabato por ganar terreno. Tus palabras y hechos tienen que ganar terreno a los ya quince mil.
Y no paras, y no cejas... y te consumes en tu dolor, pero peleas para que muera el mío.
El médico no se cree el cambio y pasamos al procedimiento de urgencia. Vamos a por ello, tal vez no estemos a tiempo, pero hay que intentarlo.
Primera sesión "Mándeme un mensaje para saber como está" y así a lo largo de doce interminables días, con sus nauseas y cansancio. "No se rinda amigo mío". ""No puedo más, amiga mía". "No se rinda, amigo mío".
Cada mañana, a cada instante... No puedo seguir y ella me empuja, no puede no con su alma y ella me empuja... "No se rinda, amigo mío, no se rinda. No me deje sola".
Cada mañana, a cada instante... No puedo seguir y ella me empuja, no puede no con su alma y ella me empuja... "No se rinda, amigo mío, no se rinda. No me deje sola".
Y salí de todo.
¿Aún cree que no ha hecho nada?
Por cierto, todos los análisis en negativo.
¡OJALÁ Me permita Usted disfrutar de su "nada" toda la vida! Porque en poco tiempo, me extrajo de la nada, para reintegrarme al todo.
¿Me permite?
Y ahora hace un año que su hermano se fue y su peque también. Les echamos mucho de menos ¿verdad? ... Y usted, luchando todavía . No deje de luchar ... Estamos los de aquí y los que se fueron , pendientes de usted cada día...
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