Hoy ya nada es igual, hace mucho que nada es igual. Intenté atrapar en un minuto todo lo que me quedaba de ti, estrujarlo, devorarlo, saborearlo, almacenarlo y digerirlo. Pero ya nada es igual, sé que te he perdido, pero no lo quiero saber. Eres mi último amor, y te has ido.
Podría correr tras de ti pero… no puedo, ni debo.
Quiero gritar tu nombre, absorberte, enamorarte, llorarte y encadenarte…pero no puedo, ni debo.
Mi amor se ha ido, y era el último.
Tus manos ya no son las mías, ¿tu sonrisa? tampoco. Demasiado dolor ¿verdad?, lo sé, sé cómo duele …
Allí se han quedado todos los sueños, canciones que escuchamos, atardeceres y amaneceres que nos vieron amarnos. Adiós también a ese mar en el que nos bañamos y a esa luna que nos vio besarnos. Adiós a mi despertar con tu presencia. Adiós a tus manos…
Pero sin embargo… continúo queriéndote irremediablemente.
Preferiría un hasta luego... antes que decir adiós…
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