Nada sería igual sin tí

La otra noche ,en una cena, la pareja de mi amiga me presentó como el “álter-ego"de su chica . Fue un honor para mí, porque esa chica es mi mejor amiga, a la que admiro profundamente.

Hoy, después de un día de piscina como tantos otros que pasamos en estas fechas, creo que le debo una entrada para ella, solo para ella…

No hay palabras, ni regalos, ni abrazos, ni besos suficientes para expresar el cariño inmenso que siento por ti... Sólo me queda regalarte un trocito de momentos, que ni ellos son capaces de transmitir lo rica que es tu vida y lo afortunada que soy por compartir contigo algunos de esos instantes...

¿Recuerdas cómo nos conocimos?¿Recuerdas aquel viaje de trabajo a la cuidad mágica que fue el que nos unió?¿Recuerdas los momentos fantásticos que hemos vivido? … yo sí. Y con ellos me quedo. 

No hay espacio suficiente para expresar mi cariño por tí, ni agradecimiento lo suficientemente grande que pague todo lo que me has soportado.

Ha habido de todo entre nosotras,  confidencias, lagrimas, risas, celebraciones, sorpresas, opiniones (que no consejos), viajes, y una ayuda mutua por ambas partes cuando nos hemos necesitado. 

Hemos tenido nuestras desavenencias, sí, pero; ¿Qué nos duraron?...un soplo. 

Siempre, siempre has respetado mis decisiones a pesar de que muchas no te gustaron, has querido a quien yo he querido, y has detestado a todo aquel que me ha hecho daño, siempre con la palabra justa en el momento preciso. Siempre he querido ser tu ejemplo, nunca seré tu “álter-ego” porque dos como tú no hay en este mundo.

Supiste día a día ganarte mi confianza, hacerte compañera de los sinsabores, cómplice de las alegrías. En un mundo de indiferencia y envidia, logramos juntas edificar un mundo casi perfecto, un oasis sagrado en el que pudiéramos ser nosotras mismas y descansar en la confianza y la comprensión. A pesar de las turbulencias defendimos con entereza nuestro lugar. No cedimos ante los compromisos, la falta de tiempo, el trabajo. Siempre pudimos encontrar un momento en el que nos reuniéramos a compartir nuestras experiencias. Y eso es importante, ¡importantísimo!… por lo menos para mí…

Cuando miro alrededor y veo lo difícil que se hace la vida, lo empinada que es la cuesta, sonrío por dentro pensando -no estoy sola, tengo una gran amiga en la cual apoyarme-. La verdad es que hay ciertos trayectos de la vida que no hubiera podido transitarlos sola. He tenido momentos de franca desesperación en los que tu mano salvadora llegó justo a tiempo, o en los que tus palabras de aliento sirvieron para que no cayera.

Me enseñaste que las lágrimas de vez en cuando son buenas y que con ellas aprendemos a purificar nuestra alma y espíritu.

Y también las risas son parte de nuestros momentos …y ayudan , ¡vaya qué si ayudan!...

¿Recuerdas aquel finde en el que nos llevamos “prestadas” todas las toallas del hotel sin estrenar? ¡Menudos bichos cuándo nos dejan solas! … 

¿Recuerdas la noches de “cuerpo de tarima”? solo nos hacían falta dos gin-tonic para revolucionar al personal. Siempre en “petit comité” nunca dimos un espectáculo fuera del circulo amigable que siempre nos rodea…

Tenemos la inmensa suerte de tener gente fantástica cerca… pero tú siempre eres y serás el alma de la fiesta.

Ya solo me queda pedir perdón por mis lágrimas en momentos de bajón, perdón, por darte más disgustos que alegrías, perdón por si alguna vez me necesitaste y no estuve…

Y las gracias…gracias por ser mi bastón de apoyo, por escucharme cuando nadie lo hizo,  por decirme las cosas como se deben decir a una amiga -claritas y sin rodeos-, gracias por quererme como soy sin pretender cambiarme, gracias por tu respeto, gracias por decirme que me admiras en muchos aspectos…Gracias por devolverme mi dignidad, esa que perdí en el camino un día cualquiera de un año cualquiera.

Sabes que estoy en tiempo de muda, como los reptiles, cambiando la piel, cambiando de vida, cambiando… así de simple y de complicado a la vez. 

Pero ahí estás, siempre estás…

Hemos demostrado que una verdadera amistad no conlleva necesariamente años, sino que se forma de momentos y experiencias especiales como las que tú y yo hemos compartido en poco tiempo. Me has demostrado tu cariño siempre. Me has enseñado a quererte y a quererme de manera sin igual y a conocerte y conocerme cada día más.

Hoy me siento orgullosa de ser tu amiga , hoy me siento como hacía mucho tiempo que no me sentía…

No olvides que te quiero, yo no olvidaré decírtelo muchas más veces…

Con esta crisis hemos recortado hasta las palabras de afecto y de cariño¡y eso que no cuesta dinero!

Te quiero AMIGA.