Me encuentro a veces en la situación de estar haciendo aquello que no deseo ¿A ustedes no les ha pasado alguna vez? Estar recorriendo los recónditos caminos del recuerdo, por los rincones menos deseados, donde ahí, tirados, tapados por mantos de olvido, se encuentran aquellas imágenes, historias, sentimientos, que no se desean encontrar, pero que al final encuentras. Ya es demasiado tarde.
O quizá no … quizá sea el comienzo de una nueva etapa en la que reflejarme como una mujer valiente y arrolladora como dicen y creo que soy …
Pero ya estoy pensando, recordando, reviviendo momentos, de un pasado que no creía poder recordar sin que un frío me recorra la espina dorsal y un suspiro entrecortado con un gemido del corazón me da una vuelta a la cabeza.
Es entonces cuando el inconsciente se me escapa de su estado natural, cobrando vida y descubriendo aquello que intento ocultar en lo más profundo de mi alma.
Y ahí estoy, caminando por los senderos del pasado, con imágenes que van y vienen en tonos grises, blancos y negros como fantasmas.
Todavía no puedo construir la imagen de él y revivirla como si la historia no fuese mía.
Pero si puedo desde el palco de un teatro ver la escena, solo así puedo ver lo que mi ceguera ocultó en aquellos momentos, y solo así, me doy cuenta que mis ojos van sanando, aunque van dejando cicatrices en el corazón.
Por si no lo han descifrado aún, estoy hablando del más genuino de los sentimientos humanos, más aún, aquel sentimiento que nos hace humanos, nos deshace en mil pedazos y nos une en un estado crítico. No es casual que este sentimiento nos encuentre en sus dichas y desdichas, ya que en él hay un punto que converge, nos enfrenta y nos hace pares…
No hay nada que pueda hacer, es un acto reflejo, inconsciente, “cuestión de tiempo” dicen… Yo digo que la razón y la causa de tal reflejo, es el único y último hombre que pude amar con tanta intensidad.
Y nuevamente me encuentro haciendo aquello que no deseo, ya no estoy en el palco, ahora soy la protagonista, se baja el telón y no escucho aplausos, solo escucho los latidos de un corazón agitado y vuelvo a sentir lo que alguna vez fue…
Entonces vuelvo al presente, a la realidad, y una vez mas los rincones de mi memoria acogen estos recuerdos y ellos vuelven a esconderse tras mantos de olvido, para ser descubiertos cuando menos lo imagine.
Por mucho que quiera ver lo que siento desde la distancia en la platea , me veo reflejada en una historia y en un escenario que no es el mío, ni el guion fue escrito para mí, ni yo quise ser nunca la actriz de semejante obra…
Hoy hace cinco meses que se creó este blog, Penélope. 25.000 visitas..... sobran las palabras, amiga mía ¿Me permite?
ResponderEliminarLa vida se mide por tiempos , por numeros , por afectos , por amigos , por amores , la vida siempre la medimos con alguna ecuación , multiplicación , suma o resta ... La vida tiene medidas , aunque hay cosas que no tienen medida ... con esas son las que me quedo . Un abrazo ¿Me permite?
ResponderEliminarDicen qué :el tiempo y el olvido son como hermanos gemelos.Que vás hechando de más, lo que un día hechaste de menos.¿Me permiten?.Un beso y..ChAíto
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