Palabras y silencios

Dicen que a veces es mejor un silencio que una palabra…

Yo habito entre silencios que hablan. 
Hablan tan calladamente de manera tan obvia, que es como si gritaran.

Incluso al escribir estas palabras, los silencios se quedan acurrucados en la intersección  del alma. No se asoman. No muestran su cara. Permanecen entre sombras vagas. Los silencios habitan en las noches, cómo animas. Cómo miedos paralizados que no hablan. Acaso ahora mismo esté necesitando una palabra.Pero ellos permanecen ahí, indiferentes, sin decir nada.Y me dejan esperando...

Como si fuera una pregunta sin respuesta.Un eterno interrogante.Un vació repleto de distancia.

Los silencios son un  sonido que te tatúan en las entrañas. Hace tiempo que dejé de visitarlos. Ya no iré a buscar sus palabras. No golpearé su puerta. Ni abrigaré más sueños ni esperanzas. No tejeré más suposiciones, ni teorías, para justificar su conducta extraña. Ya no los intentaré comprender. Ya no los ampararé en mi casa.

Ahora voy a vivir a la luz de la verdad. A pleno día. En medio de la vida. Ya no tomaré nunca más medicinas amargas. He decidido que estaré saludable a partir de ahora. Que estaré en los mismos lugares, a las mismas horas. Y que si quieren hallarme, tendrán que salir de las sombras y nombrarme. No alimentaré miedos, ni fracasos. Ni me entregaré a los brazos de la pena y la incertidumbre. No tendré nunca más una noche insomne.

Vivo en un mundo de silencios elocuentes. Silencios que toman posesión de la mente y el corazón. Silencios que se disfrazan de olvidos y todo lo recuerdan. Silencios que matan el amor y cierran todas las puertas y no dejan llegar la esencia. Silencios que no son más que voces de soledad. Ecos de egos supervivientes, vagando en la mente y susurrando en los oídos. Voces silenciosas pre-anunciando la muerte.

Prefiero los  sonidos contra los que es posible defenderse.

Esta noche saco mi pie de tu terreno. Renuncio a convivir con el silencio. Vida, voy a tu encuentro. Amor, voy a abrazarte. Felicidad, voy a conquistarte. Esta noche me he resuelto. Y si muero, si es que muero en este intento, no podrás decir que fui cobarde, tibia, o inerte. 
No podrás decir que no te he amado más, ni más humanamente que todos tus silencios o tus secretos. Ni tampoco podrás decir que mi amor no fue para siempre.

Y un viernes. Porque prefiero que sea un viernes. Se decidirá, si quedo sola para siempre, o para siempre conviviré con las palabras en silencio…

Mark Twain dijo ;

La palabra precisa tal vez sea efectiva , pero ninguna palabra jamás ha sido tan efectiva como un silencio preciso ...

Nunca sabré , si la palabra y el silencio estarán unidos de por vida ...