Sin esperas, esperando...

Dicen que la vida pasa rápido y que los árboles crecen despacio.

Nace al alba un nuevo día y durante la mañana, quizás, te enamoras, y así vamos envejeciendo sin remedio en un atardecer rojizo… perdiendo o siendo la pérdida.

El sol comienza su marcha, tras una mañana fría y nublada, ha pasado el día sin apenas darme cuenta.

Al llegar la noche, a buen seguro, él, se habrá ido ya, como el día que ha acabado. Un cielo estrellado es mi infinito techo. Los corazones de quienes se han querido, el mejor lecho.

Los árboles ya perdieron las hojas, como las lágrimas que una vez cayeron. Todavía es invierno, pero hay días que parece primavera, y las sonrisas florecen entre campos de amapolas. 

Desde hace algún tiempo retraso el reloj de mi alma, que se adelanta demasiado a menudo, cada día un poco más. 

Y al hacerlo, entre mis recuerdos, recuerdo que nunca se me dio bien volar cometas "es  sólo un juego"…me decían.

Pero a mí, me gustaba más pintarlas… o mejor, que me las pintasen… 

Ahora, o puede que siempre, tras tantos amaneceres como atardeceres, tampoco ahora se me da bien decir “te quieros” no es buena idea decirlos... mejor los demuestro.

"Es sólo la vida"…me miento.

Ignoro si habrá algún otro intento antes de que caiga la noche que todo lo cubre, por ello, no hay nada mejor como dejar de pensar en demasía para evitar contar los segundos y comenzar a vivirlos.

Sin embargo, a ratos, permanezco en silencio, conversando con temores de antaño.

Una vez, no recuerdo dónde, leí una frase que me llamó la atención; 

"Si te pierdes entre tus pensamientos cada vez que debas dar un paso, otro lo dará por ti, y mientras quedas pensando y pensando por qué ha sido así, permanecerás parado, mientras, el mundo avanzará. Puede que incluso cuando decidas dar el tan meditado paso, tropieces, caigas, y no sepas levantarte. Frustrante, ¿verdad? En tal caso no esperes gran ayuda. Incorpórate, y aprende"

Ignoro por qué sigo sin prestar atención a aquellas palabras y voy dejándolas a un lado de mi mente vagabundeando entre pensamientos.

Quizá debería reflexionar sobre ellas, mientras… cuento los segundos... uno... dos... tres... poco a poco, paso a paso. 

Al final ,todos aprendemos de pequeños a andar.

Pero algunos, nunca podremos decir… que sabemos caminar.

¿Damos un paseo?

Creo que todavía hay tiempo...