Después de…demasiado tiempo sin escribir, hoy me dispongo a
relatar algunas cosas que han sucedido en menos de año y medio.
Lo que parecía imposible, sucedió un mes de diciembre de
2013. Aquella llamada esperada durante tanto tiempo, llegó. Comenzó mi sueño a
realizarse, y hasta el día de hoy, me siento la mujer más feliz del mundo a
pesar de lo pasado.
Este blog, sirvió de terapia, sirvió de psicólogo, sirvió de
mucho para mí. Hoy es como mi diario, me recuerda por dónde pasé, las preguntas
que me hacía, esas preguntas que hoy , por fin,
tienen respuesta.
No fue fácil enterarme de… que durante cinco años estuve
viéndome con un hombre casado. De ahí, sus espantadas, de ahí, sus
desapariciones, de ahí… ¡tantas cosas ¡
En dos años que llevamos juntos, nos hemos descubierto los
dos. Estamos bien, tranquilos, relajados, nos llevamos bien y nos queremos
mucho. Me pregunto a veces - ¿es esto un sueño?
Al cabo de un rato, me doy cuenta que no, que a pesar de
creer estar en una nube (si lo estoy) os juro que he subido los peldaños a
puñetazos, caída tras caída, lágrima a lágrima.
En lo único que jamás pensé cuando desaparecía de mi vida de cuando en cuando, era en que cabía posibilidad de estar casado. Lo hubiese jurado ante lo fuese, que
no era así.
Sin embargo, de la forma más tonta, descubrí que había estado casado todo ese tiempo…hasta
hace dos años.
En aquel momento, hubiese hecho las maletas y me habría
largado de la que empezaba a ser nuestra casa.
Pero tuve que pararme a pensar, pensar mucho y de una manera muy difícil, en un entorno que en ese
momento para mí era HOSTIL
Me preguntaba -¿Por esa mentira soy capaz de tirar por la borda
lo que había conseguido a base de sufrir
muchísimo? - ¿Podría ser capaz de superarlo y vivir en paz de una vez, con las cartas en las mesa y con casi todas
las respuestas a mis preguntas?
Era muy difícil saber qué decisión tomar, si me quedaba allí, aceptaba la mentira
como algo natural, y seguramente él seguiría mintiéndome el resto de su vida, porque
si no fui capaz de saber que estaba casado durante cinco años ¿Cómo voy a ser
capaz de saber si me vuelve a mentir? y
lo más importante ¿Volveré a confiar en él?
Entre lágrimas, esa mañana de septiembre le dije que lo sabía,
que sabía su gran mentira.
Estuvimos hablando largo y tendido, se sentía avergonzado,
no tenía argumentos para defender esa mentira,
le había descubierto y no sabía realmente que era lo que yo iba hacer.
Hice las preguntas más tontas de mi vida, no fue algo planeado,
solo preguntaba por qué, por qué… su respuesta fue; - Lo creí conveniente – Francamente,
esa respuesta me derrumbó.
Fue cuando me di cuenta que estaba asustado, realmente asustado,
estaba a la defensiva, y utilizaba el ataque para su defensa, como hace casi
siempre que se le pilla en un renuncio.
Le dije que no sabía en ese momento que lo que iba hacer con mi vida, no sabía si irme de allí
en ese momento, o esperar un tiempo a ver qué pasaba. Tenía que saber si yo
era capaz de perdonarlo, tenía que perdonarlo y el no me daba argumentos para hacerlo.
Quería hacerme ver, que realmente no habíamos estado juntos hasta hacia un año por
aquel septiembre. En realidad era verdad, pero verdad para él. Para mí, a pesar de verle poco, y con distancia por medio,
estaba con él, no hubo nadie más en
todos esos años, lo deje todo, y por él, todo
lo perdí. Debió ser honesto durante mi separación, cuando vio que daba la cara
por él. Hubiese sido el momento perfecto para decirme lo que ocultaba.
Así, perdí todo lo que había conseguido trabajando tantos años, no estaba dispuesta a perderle , por que estaba enamorada de él.. Preferí perder lo material.
Y así sucedió , me divorcie. Perdí todo , pero lo peor ... a él también lo perdí.
Después esperé cada día su llamada, esperé su llegada, esperé y esperé… Hasta que un día enfermé por no saber nada de él. Le llamé y le dije que necesitaba despedirme. Mi duelo debía terminar ahí.
Después esperé cada día su llamada, esperé su llegada, esperé y esperé… Hasta que un día enfermé por no saber nada de él. Le llamé y le dije que necesitaba despedirme. Mi duelo debía terminar ahí.
Sin embargo, ese año de ausencia, lo utilizó para divorciarse
(yo no sabía nada). Cuando le llame para despedirme…
Comenzó la bienvenida.
En estos dos , casi tres años,hemos construido una bonita casa, es el amor de mi vida sin ninguna duda, me quiere, le quiero y a veces parece el cuento perfecto.
Hasta el día de hoy, no ha faltado en casa ni un solo fin de semana. Eso dice mucho de él,
porque yo he vivido la otra parte, yo he sufrido, pero sé que también hubo otra
mujer que sufrió.
Si alguna vez esa mujer supiese que fuimos las dos engañadas….
Al día de hoy me hace inmensamente feliz .
Pero también sé , que otro engaño , no lo perdonaré .
Que bien! Eso es lo que me hubiera gustado que me pasara a mi. Lo conseguiste por fin! Acabo de descubrir tu blog y me siento tan identificada con tantas cosas que explicas! Parece que fuera yo la que las ha escrito. Sólo que mi final no es como yo lo deseaba, mi historia no acaba bien, al final no pasó nada.
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